Entendamos el camino de las adicciones
Del uso al abuso y hacia la dependencia
El consumo de sustancias psicoactivas —como el alcohol, la nicotina, el cannabis o los estimulantes— es una realidad cada vez más presente y creciente en nuestra sociedad. Muchas veces inicia como una experiencia ocasional o social; inclusive, puede ser para cambiar el estado de ánimo o no lidiar con algunas situaciones estresantes. No obstante, independiente de cual sea la razón, hay que tener en cuenta que lo que comienza como algo aparentemente inocente puede convertirse en un problema de salud serio.
Comprender cómo ocurre este proceso es fundamental para identificar riesgos, prevenir complicaciones y buscar ayuda a tiempo. Esto también nos puede ayudar a entender por qué la adicción es más que una enfermedad y no un “simple problema de voluntad” o “un mal hábito”.
El uso es el punto de partida
El uso se refiere al consumo ocasional o controlado de una sustancia. Puede darse por curiosidad, recreación o costumbre social. Generalmente no interfiere con la vida cotidiana ni con la salud en esta etapa. Un ejemplo puede ser beberse una copa de vino en una celebración como un cumpleaños o en Navidad; sin embargo, el uso no es inofensivo. Cada vez que se consume una sustancia se activa en el cerebro un sistema de recompensa, liberando dopamina. Esto puede aumentar la probabilidad de repetir la conducta.
Abuso: cuando aparecen las consecuencias
El abuso implica un patrón de consumo que ya empieza a generar problemas:
- Dificultades en el trabajo, en la escuela o en las relaciones.
- Uso en situaciones de riesgo (por ejemplo, manejar bajo los efectos).
- Pérdida de control parcial sobre la cantidad consumida.
- Aparición de problemas físicos, psicológicos o legales relacionados con el consumo.
En esta etapa, la persona aún puede sentir que “controla” la situación, pero las señales de alarma ya están presentes.
Dependencia: la enfermedad adictiva
La dependencia es una condición médica reconocida, también llamada trastorno por consumo de sustancias. Aquí, el consumo deja de ser una elección y pasa a ser una necesidad. Se puede observar:
- Tolerancia: necesidad de consumir más cantidad para sentir el mismo efecto.
- Síndrome de abstinencia: síntomas físicos y emocionales desagradables cuando se intenta dejar de consumir.
- Pérdida de control: intentos fallidos de reducir o abandonar la sustancia.
- Centralidad del consumo: gran parte del tiempo y energía de la persona gira en torno a la sustancia.
En este punto, la adicción deja de ser un asunto de “fuerza de voluntad” y se entiende como una enfermedad del cerebro, con impacto en lo biológico, psicológico y social.
Y… ¿Por qué unas personas avanzan hacia la dependencia y otras no?
La causa es multifactorial y puede incluir una combinación de:
- Factores biológicos: que van desde cambios a nivel genético y neurobiológicos y químicos que producen vulnerabilidad cerebral.
- Factores psicológicos: como la presencia de ansiedad, depresión, trauma o baja autoestima.
- Factores sociales: presión de grupo, fácil acceso a la sustancia, disfunción familiar, dificultad en las relaciones interpersonales.
La importancia de la prevención y el tratamiento
Detectar el problema tempranamente, y ser consciente del uso indebido o abuso de la sustancia, puede evitar que se llegue a la dependencia.
La prevención incluye educación, promoción de estilos de vida saludables y reducción de riesgos.
El tratamiento para quienes ya tienen dependencia puede incluir terapia psicológica, apoyo psiquiátrico, medicamentos y acompañamiento de grupos de ayuda.
Como conclusión:
Nunca es tarde para buscar ayuda, o consultar con un equipo profesional en salud mental. El camino del uso al abuso y h
acia la dependencia no siempre es evidente y mucho menos al inicio, pero una vez que se instala la adicción, estamos frente a una enfermedad grave que requiere comprensión y tratamiento, no juicios ni estigmas. Reconocer las señales de alarma y solicitar intervención a tiempo puede marcar la diferencia entre mantener la salud o caer en un problema que afecta la vida entera.
Dra. Tuñón/Chow