En el Camino de la Recuperación …
En el camino de la recuperación de una adicción, mantener el paso firme con miras a llegar a una meta, la abstinencia.
Todo camino a recorrer inicia con un primer paso y por ende una hoja de ruta. Cuando has tomado la decisión de abandonar su adicción, hay una etapa de preparación para lo cual es necesario muchas veces acudir a tratamiento pasa tener el acompañamiento terapéutico necesario al atravesar esas diversas etapas psicológicas y personal. No se trata, pues de un proceso lineal. Su consecución no está exenta de retos, sin embargo existen diferentes estrategias y técnicas disponibles basadas en la evidencia que han demostrado su eficacia en este proceso, el cambio en el estilo de vida de la persona es posible y será sumamente beneficioso.
Pero ¿Qué implica iniciar un cambio en la conducta adictiva?
Por lo general, cuando pensamos en un camino de cambio, lo imaginamos como un proceso lineal donde aparece un punto de inflexión que marca un antes y un después. Sin embargo, en las conductas adictivas, y especialmente si están relacionadas con sustancias psicoactivas, no sucede así. Los procesos de cambio en adicciones muestran un desarrollo en espiral, con múltiples etapas de transición.
El punto de partida para cualquier cambio es tu decisión y motivación interna y que tan importante sea realmente para ti realizar este cambio en tu vida, esta misma decisión y motivación interna no es sostenida en el tiempo. Es por ello que resulta necesario en el tratamiento de cualquier conducta que deseamos abandonar, incluida la adicción contar con la ayuda profesional necesaria para estimular y reforzar la intención mediante el uso de técnicas de entrevistas motivacionales. Así mismo los cambios de rutinas y hábitos deben ser constantes, lo que implica un esfuerzo y compromiso mantenido en el tiempo.
La primera fase es la pre contemplación, en esta fase la persona aún no reconoce que padece una adicción.
En la fase de contemplación el paciente comienza a tomar conciencia, mas sin embargo oscila entre momentos de aceptación y momentos de negación y aún fantasea con la sensación de control de la situación. A su vez subestima las graves consecuencias del consumo. La aceptación como primer paso puede tardar meses o años, para disuadir esta ambivalencia.
En la fase de determinación también llamada de preparación, el paciente comienza a plantearse la posibilidad de poner fin a su conducta adictiva. Y empieza a realizar algunos ajustes en su vida, como buscar ayuda. El paciente se compromete a acudir al dispositivo de tratamiento en el horario pactado, los días que se le ha indicado en la búsqueda de esa ayuda profesional.
En la fase de acción se inicia el auténtico proceso de cambio de un estilo de vida favorecedor de la conducta adictiva a un estilo de vida sin consumo. Con la toma de la decisión y el evitar lugares, personas y cosas relacionadas al consumo o la conducta, dentro del firme propósito de abandonar el consumo de la sustancia y mantenerse en abstinencia. Es la etapa más satisfactoria para el paciente, ya que comienza a sentirse diferente, y que sí es posible vivir sin consumo de alcohol y/o otras sustancias psicoactivas. El paciente se ve diferente en su tez, en su apariencia y su vestir, en su lucidez, en su pensar y hablar, más sin embargo el cambio también involucra un cambio de actitud frente a la vida, con el cual es necesario ir adquiriendo nuevas habilidades sociales y afectivas y de autorregulación emocional encaminadas a responder reflexivamente y con plena conciencia ante situaciones del diario vivir en sobriedad y abstinencia. Así mismo comienza un camino de sanación de viejas heridas, distorsiones cognitivas y patrones de conductas desadaptativos que favorecían el consumo en el pasado.
En la fase de mantenimiento se consolida los cimientos de la recuperación, optimizando los recursos personales, familiares, laborales, comunitarios y de salud disponibles para mantener los cambios realizados en el tiempo.
La recaída en la conducta adictiva puede aparecer o no aparecer y al estar atentos a nuestro cuerpo y mente es posible detectarla a tiempo, pues al ser un proceso y no un suceso, empieza semanas antes con la recaída emocional o en los pensamientos favorecedores de la conducta, por lo cual prestando atención a las señales de alerta puede ser evitada. Es imperativo escoger un tratamiento enfocado a trabajar cada una de estas etapas del cambio.
En el CAIF te brindamos un plan de tratamiento personalizado dirigido a tus necesidades y orientado a las fases del cambio que inicia donde tú te encuentras y planificado para atravesar las diferentes etapas con éxito hasta lograr la meta, tu recuperación.
Te invitamos a solicitar la información y orientación al respecto.
“No es solo dejar atrás el consumo de la sustancia o conducta adictiva, es hacer cambios en la actitud y la forma en que se puede ver la vida misma”.
Dra. Yazmín A. Tuñón Reed
Médica psiquiatra – Especialista en dependencia química con énfasis en intervención.